Palencia Baloncesto logró la permanencia en la jornada de ayer tras un encuentro de sufrimiento y una prórroga ejecutada a un nivel espectacular. Palencia será un año más equipo de LEB Oro.
Fundación Adepal Alcázar 76 – Palencia Baloncesto 85
Tras un largo viaje, unas pocas, muy pocas horas de sueño pero con la enorme alegría de haber podido disfrutar de una victoria histórica para Palencia en directo, hoy escribimos la crónica del encuentro con más retraso que nunca pero con la alegría de compartir con todos la victoria pero principalmente con los 10 locos/as que ayer cogieron sus coches y recorrieron media España para apoyar a su equipo.
Todo aquel que vio el partido por Internet sufrió de la misma forma que quienes viajamos y eso que el inicio del partido fue el soñado con 1 a 15 que hacía presagiar un partido más tranquilo de los esperado. Hasta prácticamente ese momento, minuto 5 de partido, todos los jugadores habían anotado pero en especial Garrido, Bravo y Olmos, habían estado especialmente onfire. A destacar el papel de Olmos que resultó fundamental en la defensa y colaborando en ataque.
Josep María Izquierdo tenía que pedir tiempo muerto para detener la avalancha palentina, y entre una pequeña relajación palentina, un Adepal más presionante y la segunda personal de Olmos, Palencia vio como los locales remontaban y se ponían por delante en el segundo cuarto.
La acumulación de faltas de los pivot palentinos hacía presagiar sufrimiento. Palencia había detenido su producción ofensiva y se veía condicionado por la agresividad local impidiendo tiros cómodos a los palentinos. Al final 33 – 30 al descanso.
A la vuelta de vestuarios un triple de Garrido empataba el partido y a partir de ahí la igualdad se estableció en el electrónico, con pequeñas ventajas para los locales pero sin perder la cara Palencia. Muy bien en defensa en general, con algunos problemas en el rebote por las faltas acumuladas por nuestros pivots, y las facilidades dadas por los colegiados en la zona palentina.
Haanpää en acciones aisladas, Bravo repartiendo balones a destajo junto a Quique, grandes defensas, … y en el último cuarto Palencia se volvía a poner por delante, y cuando quedaban 6 minutos Palencia ganaba de 3 (56-59).
Los nervios entraban en el equipo local e Izquierdo tenían que pedir prácticamente dos tiempos muertos consecutivos consciente que se estaba jugando la vida. Navajas anotaba dos triples fundamentales y Olmos seguía siendo el amo del aro intimidando a los rivales.
Se llegaba al último minuto y medio con 4 puntos de ventaja palentina, pero primero recortaban con tiros libres, dejando en dos la ventaja de Palencia y con ataque para Palencia. Garrido, el héroe de esta final, optaba por jugar al límite de la posesión presionado por Alvaro Frutos a la altura del medio campo; los colegiados no veían falta en los manotazos que soltaba el jugador de Adepal y este lograba recuperar la bola y anotar una bandeja fácil. El último tiro de Bravo no entraba.
En la prórroga solo existió un equipo. Adepal parecía agotado y a pesar de la 5ª falta de Olmos, Palencia siempre tomó la iniciativa y a partir de mediados del cuarto, ya pareció que podía ganarse el partido y se remató tras los últimos ataques precipitados de los locales que aprovecharon los palentinos con una espectacular prórroga de Ronald Clark.
Objetivo cumplido, la permanencia, el balance habrá que hacerle un poco más adelante porque solamente nos queda disfrutar de este momento, que para un servidor es histórico ya que puede consolidar al equipo palentino en la categoría.
El abrazo con Gonzalo Ibáñez, Raúl Villagá, entre los propios aficionados palentinos que nos desplazamos y con los jugadores, son momentos tan especiales y únicos en la vida, que todos los sufrimientos pasados en la temporada, en el playout y la prórroga, se disfrutan con mucha mayor viveza y que te hacen disfrutar de este deporte al máximo. Fue un gran día.
Y como no, en el otro lado de la moneda, la tristeza de los jugadores y aficionados de Adepal, que han luchado hasta el final por el mismo objetivo. Habrá mejores tiempos, de eso estamos seguros.