Carta de despedida de Carles Bravo

Hace unos cuantos días, una persona me decía: “tarde o temprano tenía que pasar, no os ibais a quedar toda la vida en Palencia” y tenía razón, pero hay momentos en la vida, que te esperas según qué cosas y por razones obvias, ésta, en este momento, a nivel familiar ha podido ser inesperada.
Hemos pasado seis temporadas buenísimas en todos los aspectos, tanto a nivel deportivo como a nivel familiar, seis temporadas donde hemos disfrutado de cada momento en Palencia y gran parte de este bienestar, se debe a la cantidad de gente que ha estado a nuestro lado, y de ahí el querer agradecer a cada uno de ellos, que aunque hayan pasado poco tiempo con nosotros, nos han aportado algo. Es imposible nombraros a todos, porque habéis sido muchos, pero a todos gracias, muchas gracias.
Quisiéramos nombrar a unos cuantos, que como es normal han estado más unidos a nosotros.

• Para empezar a Natxo, sin su confianza no hubiera pasado estos seis años maravillosos. Gracias. Y al resto del cuerpo técnico por ayudarme a mejorar en el día a día.
• Gonzalo, Fernando, Raúl y el resto de directivos por estar ahí, por facilitarnos la vida en la ciudad y ayudarnos en cosas que han podido ir saliendo diariamente.
• Compañeros y amigos, del primero al último que he tenido en estas seis temporadas, todos me habéis aportado y ayudado a desempeñar el papel de capitán, muy fácil de llevar en éstos 6 años. Gracias. Y me llevo la suerte de poder seguir compartiendo vestuario con un gran amigo y jugador como es Quique.
• Afición, gracias por estar ahí cada viernes, ayudando a vuestro equipo. Con vosotros todo ha sido más fácil. Mención especial a la Peña Basket Morao, con un sinfín de detalles y 3 o 4 desplazamientos por temporada que se agradecen un montón.
• A la escuela infantil Campos Góticos y al colegio Blas Sierra, por poner su granito de arena en la educación de nuestros hijos.
• Y por último a nuestra familia palentina, que han sido como unos padres, hermanos y abuelos todos estos años, se os va a echar en falta.

Y poco más, esto sigue y nos vamos a seguir viendo, no tan a menudo, pero una vez seguro en el Marta Domínguez, tal vez más, pero donde seguro que nos vamos a ver va a ser, por las calles de Palencia, ya que se han convertido en nuestra segunda casa.
Con cariño.
Familia Bravo Estopà