Tras las celebraciones por el ascenso, a Ford Burgos le queda lo más duro del camino, confirmarse como equipo ACB en los despachos, un camino que inició ya hace algo más de un mes River Andorra Morabanc pero sin tener aun noticias de ellos y aunque el equipo andorrano ha mantenido conversaciones al más alto nivel con el gobierno de su país, aun no hay ninguna noticia ni positiva ni negativa aunque sí muchas críticas a las exigencias de la ACB y la declaraciones del presidente del CB Valladolid en las que decía que «iban a mirar con lupa los ascensos».
En este sentido el equipo andorrano está preocupado porque los estudios técnicos para adaptar el Pabellón andorrano a las terribles exigencias de la ACB se están retrasando, ya que en principio no hay prórrogas en cuanto a la ampliación y deberían acabarlo en estos pocos meses de verano. Otra solución sería que les permitieran una solución temporal pero no parece que la ACB ni los equipos descendidos como Valladolid o Manresa vayan a admitirlo.
Los andorranos también están trabajando en el presupuesto, el gobierno de Andorra está dispuesto a afrontar la mitad del mismo y lo que parecía algo más lejano, afrontar la otra mitad, parece que está más cerca porque parece que la entidad bancaria andorrana, Morabanc, podría aportar (no se sabe de que forma) la otra parte que faltaría.
Burgos tiene un camino similar, tal vez más complicado, ya que el tiempo apremia y le queda menos de un mes para presentar a la ACB toda la documentación, presupuesto, la ampliación del Pabellón… y el 14 de Junio finaliza el plazo.
Por el bien del baloncesto en España, Andorra y Burgos deberían ascender, y con ello completar el círculo con el descenso de Manresa y Valladolid, no por el deseo que estos equipos desciendan sino por el bien de una competición que va camino de perder todo sentido como tal.
Si no hay descensos, pasado el ecuador de la temporada en la ACB, los equipos que no tengan posibilidades de lograr entrar en playoffs, verán como sus pabellones se vacían, los asientos solo ocupados por los socios y sin vender entradas porque a nadie le interesará ya la competición.
Qué decir de las ligas FEB; la Adecco Oro perdería sentido porque sería ser campeón de nada con lo que poco a poco se convertiría en una liga sin sentido que tarde o temprano podría desaparecer. Es una visión catastrofista, pero no descabellada. Veremos cual es el desenlace.