Caja Rural CB Zamora 84 – Súper Agropal Palencia 77
Y a los aficionados palentinos tampoco les sorprendió el nivel de «imparcialidad» de Paula Lema Parga ni tampoco del gran Jaime Gómez Luque, con una convidada de piedra, Andrea Alejo Sánchez, a la que no se la oyó silbar prácticamente nada durante el partido. Lo de Doña Paula viene de lejos, la hemeroteca anda por ahí y la Federación sigue sin ejercer su función de control, y lo Don Jaime empieza a ser habitual porque esta temporada, además de ampliar sus ya musculados bíceps, parece que se la ha contagiado la «objetividad» de Doña Paula, totalmente imparcial en sus decisiones.
Y es que 47 lanzamientos libres a favor de Zamora, y de casualidad, 9 a favor de Palencia, son un escándalo monumental que impide realizar una evaluación lógica de un resultado que se completamente condicionado por un arbitraje para nada imparcial. Zamora ganó pero porque se lo dejaron en bandeja.
El encuentro en sí fue igualado, un equipo lanzaba desde el 4’60 para mantenerse en el partido, y otro intentaba jugar al baloncesto aunque no pudiera. Si en un lado de la zona se pitaban faltas por respirar, en el otro, los empujones y agarrones, eran ignorados completamente, y al final los de Luis Guil se la jugaron a la ruleta rusa del lanzamiento exterior ante la imposibilidad de jugar al baloncesto dentro de la zona zamorana.
Aunque desde el inicio los colegiados pusieron su vara de medir, los palentinos eran los que con mínimas ventajas dominaban el marcador en el que los zamoranos aguantaban con los tiros libres. A falta de 1:09 para el final del primer cuarto a Zamora le pitaban la segunda falta del partido, y para impedir la anotación palentina aprovechaban ese último minuto para cometer dos, sin llegar por supuesto al bonus.
A pesar de todo, Súper Agropal Palencia llegaba sorprendentemente con ventaja de cuatro puntos, 36 a 40 tras dos tiros libres de Dimitrov, y una técnica a Guil por reclamar la falta que tardaban en señalar finalmente los colegiados.
La dinámica tras del descanso continuaba, igualdad máxima en el electrónico, pero, señalaban rápidamente varias faltas a los locales…. obviamente sin llegar a bonus. Pero las decisiones sibilinas se seguían produciendo, Wintering recuperaba un balón, y en mitad de cancha le paraban con una escandalosa falta en la que el jugador zamorano abrazaba literalmente al base colegial; lo que parecía antideportiva de libro, se convertía en falta normal.
Con estos regalitos incluidos Súper Agropal Palencia aguantaba como podía y llegaba al cuarto final empatado con el conjunto zamorano (53-53).
Y llegaba el cuarto final y Doña Paula y Don Jaime, seguían por sus fueros, pero aquí es donde los palentinos empezaron a decaer, sin posibilidad de entrar en la zona local porque no había igualdad de condiciones, el lanzamiento exterior comenzaba a naufragar, y con todo a favor a pesar de todo, con 4 de renta a falta de 6 minutos, aparecía Powell para anotar uno de sus primeros lanzamientos que no eran tiro libre, sumando a ello una técnica a Kunkel que aparentemente hacía gestos a la grada zamorana tras una lesión de un jugador local.
De ahí al final los locales anotaban la mayor parte de sus puntos en juego (digamos que fueron algo menos al tiro libre), y con un conjunto palentino que no jugaba bien esos últimos minutos sobre todo esa última jugada preparada y que regalaba el balón a los locales para intentar el empate, y la victoria quedaba para el equipo que lanzaba 47 tiros libres. Se complican los playoffs, se despeja la salvación del conjunto zamorano.
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