
Hay victorias que se celebran, y hay gestas que se graban a fuego en la memoria de un club. El Súper Agropal Palencia firmó un partido de esta última categoría. En un abarrotado y vibrante Pabellón Municipal, los de Luis Guil cerraron una serie memorable con un trabajado 92-83 sobre el Monbus Obradoiro, el gigante de la competición. Con ello, el conjunto palentino se mete en la Final Four por el ascenso a la Liga ACB, donde se medirá a Fuenlabrada el fin de semana del 7 y 8 de junio.
La serie comenzó siendo una montaña rusa emocional, pero acabó con un equipo tocado por la convicción, la fe y un plan perfectamente ejecutado. “Sabíamos que había que llegar al momento justo en el mejor estado físico y mental, y lo hemos hecho”, decía un Luis Guil exultante tras el partido. Sus palabras resumían a la perfección la transformación de un equipo que ha sabido crecer, sufrir y competir como pocos.
Del 0-12 al éxtasis: Palencia no se rindió nunca
El duelo no pudo comenzar peor para los locales. El Obradoiro, liderado por Brodziansky, Barcello, Davison y Faggiano, salió en tromba con un parcial de 0-12 que no amedrentó al pabellón. Este Súper Agropal Palencia tiene resiliencia para dar y regalar. Con la entrada de Wintering, el equipo comenzó a remontar desde la defensa y el rebote. Dimitrov levantó al público con su energía, Kunkel desató la locura con su triple y su 2+1, y de repente el marcador era 20-15 tras un parcial de 20-3. Una nueva demostración de carácter .
A triple limpio, el Obradoiro resistió
El cuadro gallego, sabedor de que su temporada estaba en juego, se aferró a su impresionante acierto exterior. Vivieron del triple —y de qué manera—: 16 de sus primeros 26 lanzamientos fueron desde más allá del 6,75. Pero el Súper Agropal Palencia respondió con carácter y control del rebote (21-7 en la primera mitad). Rodríguez, Oroz, Borg y Vaulet aportaban intangibles, y al descanso el marcador estaba ajustado (43-41), pero el pulso anímico ya se inclinaba del lado morado.
Lesiones, tensión y baloncesto de playoff
En el tercer cuarto, Obradoiro volvió a ponerse por delante. Un duelo de poder a poder, marcado también por el susto de la lesión de Nkereuwem, que tuvo que retirarse en camilla tras una mala caída. Pero ni eso frenó el empuje local. Krutwig comandó la pintura, y Wintering, con 26 puntos y 31 de valoración, asumió el rol de MVP. Kunkel y Borg firmaron triples vitales, y el público rugía como un sexto jugador más.
Final de infarto: Palencia, alma de campeón
A falta de tres minutos, el marcador era 83-78. Rodríguez clavó un triple para desatar el delirio. Y cuando Barcello amenazó con la épica gallega, Borg lo apagó con una puñalada dede 6,75 para poner el 92-83. El Obradoiro, el «transatlántico» de la LEB Oro por presupuesto y plantilla, naufragaba en el vendaval palentino. El Municipal celebraba con lágrimas, abrazos y una vuelta de honor. Había merecido la pena.
Con el ascenso en el horizonte
El Súper Agropal Palencia jugará la Final Four con el el depósito de ilusión a rebosar. “Lo hemos hecho como equipo. Les ganamos desde el rebote, desde la cabeza, y desde el corazón”, resumía Guil, que ha devuelto al club la identidad competitiva.
Les espera Fuenlabrada, pero sobre todo les espera una ciudad que ya sueña despierta con volver a la ACB. Lo que parecía una utopía ahora se ve como un sueño que puede volver a ser real.
Más historias
La calidad de Kunkel y Wintering, para la cesta de Súper Agropal Palencia
El proyecto arranca, Luis Guil continua con Súper Agropal Palencia
Con ganas de campus de verano palentinos