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Quesos Cerrato Palencia ha logrado sacarse una espina que duraba ya muchos años, con muchos sin sabores, malos partidos, otros mejores pero con circunstancias desfavorables, pero por fin llegó el desquite y de la mejor forma posible, remontando 15 puntos de desventaja y aplicando a los de Casadevall en la segunda parte su misma medicina, defensas duras, momentos muy brillantes en ataque y sobretodo, dando una enorme satisfacción a los aficionados palentinos que ya tenían ganas de ganar al Burgos.
Pero el partido no fue un camino de rosas. Primero la mala noticia de Roger Fornas, que como confirmó en rueda de prensa Natxo Lezkano, tendrá como mínimo para una semana, lo que igualaba la ausencia de García en el juego interior.
El comienzo del partido comenzaba con intercambio de triples, primero Bravo para los palentinos y luego Xavier, ex de Palencia para los burgaleses.
Pero tras el 5 -3 de Feliu, Burgos pasaba a dominar todas las parcelas del juego, primero en el rebote tanto defensivo como ofensivo como luego en la anotación a pesar de la defensa palentina que solo dejaba escapar los tiros exteriores burgaleses que eran los que les hacían daño. Con 17 a 21 se llegaba al segundo cuarto.
Los siguientes 10 minutos fueron lo peor del encuentro para los palentinos. Entre los problemas para cerrar el rebote, varias acciones polémicas de los colegiados, Burgos comenzaba a tomar ventajas inquietantes ya que seguían estando muy acertados en el tiro exterior y a falta de 3 minutos para el descanco, una canasta de Roma Bas, obligaba a Lezkano a pedir tiempo muerto.
Como dijo Lezkano en rueda de prensa, el mister les pidió mayor agresividad en defensa y los jugadores salieron de tal forma que en el tercer cuarto pasaron literalmente por encima de Burgos.
Con el equipo palentino protegiendo bien el rebote, durante los primeros minutos del cuarto Palencia comenzaba a remontar y solo Taylor Coppenrath, daba algo de guerra a los colegiales, pero a partir de mediados de cuarto ya solo hubo un equipo, el palentino.
Quesos Cerrato lograba imponerse en defensa, respondiendo a los burgaleses con la misma dureza de estos en los dos primeros cuartos o en partidos anteriores. Tal vez esto sorprendía a los de Casadevall, pero Palencia endosaba un parcial de 15 a 0 que duraría casi 10 minutos entre el final del tercer cuarto y el comienzo del último.
A falta de algo más de dos minutos para el final del tercero, Moncasi empataba el encuentro y en las dos jugadas posteriores Barbour anotaba una canasta en contrataque y un triple, que ponían a los colegiales por delante, dos canastas muy celebradas por el norteamericano que necesitaba un partido así.
Con Burgos muy tocado, Palencia controlaba el partido y poco a poco los de Casadevall entraban en la desesperación que da ir por detrás en el resultado y con las malas sensaciones que estaban ofreciendo. A pesar de la emoción, Quesos Cerrato Palencia acababa el partido con la ventaja más cómoda de todos los partidos vistos en el Marta Domingiez. Un 74 a 63 merecido tras la extraordinaria segunda parte ofrecida por Palencia.
Lo mejor: Por fin, tras tantos años enfrentándose a Burgos, Quesos Cerrato Palencia se saca de encima una pesada carga y lo hace de esa forma que más gusta, con remontada, con garra, carácter y con momentos de juego muy brillante en la segunda parte en la que por momentos los colegiales sacaron los colores al conjunto de Casadevall. A nivel individual, y a pesar del buen partido del equipo en general, se volvió a ver la mejor versión de Urko Otegi, y eso, además de la victoria, es una buena noticia.
Lo peor: La lesión de Fornas, al que deseamos pronta recuperación, dejó el juego interior algo corto aunque Moncasi realizó una muy buena segunda mitad. Hacía mucho que no se hablaba de ellos, pero el papel de los dos colegiados fue malo, muy favorable a Burgos en los dos primeros cuartos y compensando en los dos siguientes a los palentinos, pero ya era hora.
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