Quesos Cerrato Palencia 80 – Melilla Baloncesto 83

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Pues se acabó la gran racha de victorias del Quesos Cerrato Palencia pero lo hizo en uno de los encuentros más emocionantes de la temporada y ante el segundo mejor equipo de la liga, Melilla Baloncesto, un encuentro que tuvo todos los ingredientes para ser declarado uno de los mejores encuentros vividos durante la temporada, tal vez no por el juego desarrollado por ambos, pero sí por el ambiente, la emoción y la polémica arbitral que fue puro desastre.

¿Melilla fue justo vencedor? Pues se puede decir que sí, fue el equipo que finalmente cometió menos errores y eso que la primera parte del Quesos Cerrato Palencia fue un cúmulo de ellos, pero Melilla supo gestionar tal vez mejor la prórroga a la que no debió llegar pero que tuvo que jugar por sus propios errores y por supuesto los méritos de los palentinos.

Con el partido prácticamente desde el inicio marcado por el mal hacer tanto de Esperanza como de Alberto, colegiados de la jornada, Melilla salió dominando con un parcial de 2 a 5 pero al que daban la vuelta los palentinos rápidamente para situarse 8 a 7.

Las pérdidas de los palentinos provocadas en algunas casos por intentar penetrar frontalmente y en otras por las buenas lecturas de Melilla en las puertas atrás, permitían a los de Alcoba llegar al final del primer cuarto con un merecido 12 a 17.

No comenzaban mejor las cosas en el segundo cuarto, un triple de Zengontitabengoa abría un parcial de 0 a 8 en los tres primeros minutos del cuarto, con los palentinos totalmente atascados en ataque, con poca movilidad de los jugadores y una circulación de balón excesivamente lenta que facilitaba la defensa melillense que no se andaba por las ramas.

A mitad de cuarto y tras canasta de Zengotitabengoa y 12 de ventaja visitante, Sergio García pedía tiempo muerto. La digamos, intensidad defensiva visitante, complicaba la anotación a los palentinos pero también continuaban con los mismos problemas de la primera parte con un juego interior cargado ya de faltas, dos de Urko y Barnes, y un arbitraje que calentaba no solo a la grada sino también al siempre tranquilo Sergio García que veía una técnica.

Lo cierto es que no dio la sensación de cambiar el sino de los jueces del partido y al descanso la diferencia era de 10 puntos para Melilla, mérito de los de Alcoba.

Tras el descanso los visitantes lograrían su máxima del partido con las gradas calentándose cada vez más ante las ahora absurdas decisiones de Alberto Sánchez Ardid pero cuando todo parecía complicarse más, comenzaron los mejores minutos de los de Sergio García y el Palencia de la temporada se asomaba para ir poco a poco recortando diferencias con un Marc Blanch monumental que se echaba el equipo a la espalda y enseñaba a sus compañeros el camino a seguir.

A 5, a 4, a 3,… los colegiales poco a poco rebajan la ventaja y llegaban al cuarto definitivo con esos 3 puntos por debajo pero con sensaciones muy diferentes.

La grada, que la pasada noche presentó su mejor ambiente de la temporada, presionaba cada movimiento de Melilla y decisión de los colegiados, y apenas pasados dos minutos del cuarto, Dani Rodríguez anotaba el triple que ponía por segunda vez a Palencia por delante, 52 a 51.

Durante algunos minutos Palencia se mantenía por delante llegando a tener en varias ocasiones 4 puntos de ventaja pero no lograba aprovechar la situación y dos triples consecutivos de los melillenses más tiros libres de Zengo, situaban a estos 4 por delante.

A 15 segundos del final del encuentro Melilla seguía ganando por 4, una situación muy complicada. Melilla pedía tiempo y para impedir el triple hacían falta sobre Urko (Barnes ya estaba en el banquillo con 5 personales); el capitán intentaba anotar el primero y fallar el segundo pero el primero se le salía del aro y el segundo, tirado a fallar, era capturado por Fakuade que anotaba debajo de canasta.

De nuevo tiempo muerto de Alcoba y en el saque de banda en cancha palentina cometían error en el saque y Blanch, quién sino, recuperaba el balón y anotaba la canasta que llevaba el partido a la prórroga.

En el tiempo extra Melilla volvía a salir enchufado, cuatro puntos consecutivos ponían una ventaja que aunque Palencia lo intentaba acababa casi siempre en tiros libres para los melillenses. Se llegaba a los últimos 11 segundos con la oportunidad de volver a empatar el partido con dos tiros libres de Joan Tomas, pero el gran alero colegial fallaba el primero anotando el segundo y en la jugada posterior se hacía falta a Almazán que no fallaba. Palencia intentaba empatar el partido pero ni Blanch ni Tomas tenían suerte en las dos oportunidades de los palentinos y la victoria viajaba a Melilla con el 80 a 83 final.

El domingo Quesos Cerrato Palencia tendrá la oportunidad de resarcirse recibiendo a Leyma Basquet Coruña.

Lo mejor: Tras una mala primera parte en ataque, los palentinos supieron mantenerse en el partido gracias a la defensa y en la segunda dar la vuelta al marcador mejorando ligeramente en ataque. El mejor del partido fue sin ninguna duda Marc Blanch, presente en todos los cuartos, asumiendo responsabilidades, demostrando mucho carácter y dando vida al conjunto palentino.

Sin duda de lo mejor fue el ambiente, espectacular desde el inicio, con muchas ganas de animar al equipo desde el primer segundo y apoyando tanto en los buenos momentos como en los malos. Un 10 a la afición palentina aunque no pudiera disfrutar de la victoria.

Lo peor: Cuando a un entrenador, en este caso Alejandro Alcoba, le preguntas que le parecen los árbitros y te responde que ha repartido errores, en el 99 % de los casos responde así porque es consciente de las ventajas que ha podido tener en este sentido. En el encuentro de este miércoles sin duda resultó en general más favorable a los intereres visitantes pero de ningún modo se puede cuestionar la victoria en este sentido ya que los de Sergio García cometieron demasiados errores en una mala primera parte.

Aun así y por desgracia, Esperanza vuelve a ser protagonista tras una primera parte repleta de errores y una segunda parte en la que volvió a esconderse para ceder protagonismo a otro pésimo colegiado como es Alberto Sánchez Ardiz. Da que pensar que un partido tan importante como el que protagonizaban los dos mejores equipos hasta el momento sea dirigido por dos de los peores árbitros de la competición.

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