Así es, gracias a la victoria de la pasada noche frente a Breogan de Lugo, la entrada de año será mas tranquila y feliz para todos los que formamos la familia del baloncesto palentino, jugadores, cuerpo técnico, directiva y afición.

Palencia Baloncesto 81 – Leche Río Breogán 75

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Como ya anunció Natxo Lezkano hace algunas jornadas, la solución a los males de ansiedad que asola al equipo pasaba por hacerse fuertes en casa y aunque ha tardado en llegar la primera victoria como local, ahora disfrutamos de una bonita racha de tres victorias consecutivas en el pabellón Marta Domínguez.

El rival era duro, un club histórico, con un presupuesto de ensueño desde nuestra perspectiva, grandes jugadores y en una racha de dos victorias consecutivas tras el cambio de entrenador.

Breogan además llegaba con jugadores muy queridos en sus filas, Camilo Riveiro, Oliver Arteaga y Forcada. Gran ovación del publico palentino especialmente a los dos primeros que dejaron un gratísimo recuerdo en Palencia y que además estaban acompañados por sus familias.

La verdad es que el partido no comenzaba bien ya que Clark cometía una de sus típicas y estúpidas faltas y otorgaba un dos mas uno al equipo gallego.

Pero enseguida se vio que el equipo estaba enchufado y de la mano de un excelente Ale Navajas se respondió con varias acciones de mérito que mantenían en el marcador a Palencia Baloncesto. Es una enorme alegría la evolución de este jugador en el que muchos teníamos puestas grandes esperanzas y que en las últimas jornadas ha experimentado una gran mejoría, algo bueno para él y bueno para Palencia Baloncesto.

Puntos, rebotes y hasta cuatro faltas recibidas en los primeros minutos eran el bagaje del jugador malagueño. Pepe Rodríguez siendo consciente del daño que hacia Navajas a su equipo dio entrada a Riveiro. Ahí se cerró un poco la herida gracias al trabajo oscuro del bravo jugador uruguayo, mientras que por Breogan, Feldeine era la gran amenaza.

El primer cuarto fue una constante de ventajas cortas para el conjunto gallego que resultaban imposibles de recortar para Palencia Basket hasta que Lezkano dio entrada a San Epifanio. La defensa palentina mejoró enormemente con el trabajo del alero catalán y con Feldeine mejor defendido los jugadores de Breogan comenzaron a hacer la guerra por su cuenta.

El segundo cuarto fue un enfrentamiento entre el juego de equipo palentino y la anarquía pura y dura de los gallegos. Cuando no era Garrido, era Fuentes el encargado de marcar el ritmo de juego en ataque y de iniciar una buena defensa al base rival, los demás… Bravo, Frost, Moss etc. etc. con su fiabilidad marcaban las distancias ante el “yo me lo guiso y yo me lo como” de Feldeine, Hayes, Betinho etc etc.

En este cuarto se fraguó una diferencia de 15 puntos, que permitía ir al descanso nueve puntos arriba. Distancia en la que se movería todo el resto del partido a no ser por que siempre, hay unos señores que pretenden copar mas protagonismo del merecido.

La obsesión constante por que los jugadores se metiesen la camiseta dentro del pantalón no era suficiente para llamar la atención, así que, tras cuatro amenazas de técnica por simular (y ninguna clara por cierto), el agraciado con el premio fue Adrián Fuentes, en una acción que podía meter a Breogan en el partido ante el escándalo en la grada. La acción se saldo con una buena defensa local, con robo y por arte de magia en una antideportiva al jugador Amador de Breogan, acción que puede catalogarse como acertada dentro del reglamento, pero que sin duda no habría existido de no ser instantes después de la antideportiva al equipo local.

Así que imaginamos que ya satisfecho el ego de los colegiados el partido continuó por los derroteros indicados, ventajas cortas locales y buen juego de conjunto y respuestas gallegas en acciones individuales. Por parte de Breogan a pesar de sus excelentes números (18 puntos 12 rebotes para una valoración de 30), dio la impresión de que no se aprovechó la enorme calidad de Oliver Arteaga.

El partido acabó ante el delirio local con un excelente triple sobre la bocina de Quique Garrido, victoria, alegría y descanso hasta el nueve de enero frente a Melilla. Destacar el bonito detalle final de hermanamiento entre las aficiones breoganista y palentina aplaudiendose en una muestra de reconocimiento mutuo.

Y acabamos como iniciamos la cronica, deseando a todos un Feliz Año Nuevo.