Hormigones Sierra Villamuriel sufre la primera derrota de 2o11 tras tener controlado el partido en el tercer cuarto. Un mal inicio del último cuarto marcan la derrota.
Hormigones Sierra Villamuriel 79 – Deportes Ferrer Santa María 84
La mayor parte del partido transcurrió con un ritmo muy alto de juego que ignoraba completamente las defensas de ambos conjuntos.
Tras unos primeros minutos en los que el equipo riojano de la mano del alero Luis Laborda llevaba el peso del encuentro y unas primeras diferencias cortas, Juanpe García y Javi Sobrino, tras el tiempo muerto de técnico local, cogían las riendas del ataque y con triples de Juanpe y el propio Sobrino, lograban dar la vuelta al marcador y ponerse con tres puntos de ventaja al final de este primer cuarto.
En el segundo eran los riojanos los que de nuevo ponían mayor control al partido aprovechando el juego alocado e impreciso de los locales que arriesgaban demasiados pases interiores ante la cerrada defensa en zona de Santa María. Los visitantes cedían metros a los locales para que no jugaran con Tovar y los americanos Wilkins y Cadwell. Así los tiros lejanos que en el primer cuarto habían entrado, en este no ocurría lo mismo.
Con 6 puntos de desventaja (39 a 45), se iniciaba el segundo cuarto. Los locales incrementaban el nivel defensivo y fruto de ello se lograban robar varios balones culminados en contrataque y que daban la vuelta al marcador. Eran minutos de desconcierto en los de Eduardo Aguado que se veía obligado a solicitar tiempo muerto ante la avalancha local.
Tras el tiempo muerto las cosas se calmaban un tanto y se llegaba al final del cuarto con triple sobre la bocina de Juanpe que llevaba al luminoso un esperanzador 66 a 60.
Parecía que la victoria estaba cerca pero el inicio del segundo cuarto fue desolador. Además de salir ha este cuarto con un quinteto atípico, la zona ordenada por Gomez hacía aguas y los jugadores visitantes encontraban tiros cómodos desde la línea de tres y a base de triples lograban dar la vuelta al marcador cuando daba la sensación de que el partido estaba controlado.
Tras el tiempo muerto, Villamuriel intentó la remontada defendiendo a toda cancha y logrando cortar varios balones que culminaron en canasta y en algún caso en falta que tranquilamente podían haber señalado como antideportiva. Con cuatro puntos de desventaja se llegaba al último minuto y ya con los visitantes con 5 faltas (en un minuto y medio les pitaron las cinco), aunque ya no dio tiempo a completar la remontada.
El inicio del último cuarto fue determinante para la derrota con unas rotaciones que descompensaron seguramente al equipo.
