Los jugadores de Lleida no irán a Ourense si no les pagan

La situación finalmente ha estallado y ayer la plantilla de Forçá Lleida de planta y no viajará a Ourense si no cobran lo que se les adeuda desde el comienzo de la temporada, ya que solo han cobrado una nómina y 1000 euros al mes, independientemente del contrato firmado por cada uno de ellos.

Pero la historia tiene mucha miga y es realmente un reflejo de lo mal que lo está haciendo la FEB. Hace ya unos meses se descubrió el pastel de Lleida, depositaron en la Federación contratos diferentes a los firmados por los jugadores, aunque la FEB parece que hizo la vista gorda con todo esto.

Además en la mañana de ayer se destapó otro escándalo. La directiva de Lleida, que recientemente ha recibido una subvención del Ayuntamiento de su ciudad, intenta forzar a los jugadores a firmar un contrato completamente diferente que lógicamente tienen una reducción salarial con una media del 10 % menos como informaba el blog El Contrataque, y todo ello si quieren cobrar lo que legalmente firmaron al comienzo de la temporada.

La situación lógicamente ha desatado el hartazgo de la plantilla de Lleida, que además ha visto como tenían en estos meses varios cortes de luz en sus viviendas, electricidad que supuestamente paga el club, pero que les ha mantenido a oscuras incluso varios días.

El capitán Miquel Feliu lo decía claramente en la rueda de prensa de ayer tarde, en el comunicado de prensa que leyó ante la prensa local, informando que la directiva les ha dicho que si no firman el contrato nuevo no van a cobrar nada y que la comunicación a la directiva de Força Lleida de no jugar si no se les pagaba se la hicieron llegar el pasado jueves.

Miquel Feliu señalaba en la rueda de prensa que están muy molestos porque saben que el club tienen liquidez para pagar las deudas y el club no hace movimientos para solucionarlo.

Nada más acabar la rueda de prensa de la plantilla, el presidente de Força Lleida, Félix González, indicaba buscando la justificación que lo presupuestado en el apartado de ingresos no se cumplió y que algunos patrocinadores solo habían pagado la mitad de lo pactado con ellos.

Señalaba, en relación a los nuevos contratos planteados que enviaron la semana pasada a cada agente el nuevo contrato y que  el club se comprometía a abonar lo que debían a los jugadores hasta el 5 de abril y pagar lo siguiente en función del nuevo contrato, y que en los nuevos contratos hay bonus por objetivos en función de lo que cobra cada jugador.

Además el presidente decía que los anteriores contratos no habían sido aprobados por la directiva, y que eran inasumibles para ellos, y además que no entendía como los jugadores fueran en contra del club y de ellos mismos, además de intentar añadir más mierda de la que ya ha generado el propio club indicando qué jugadores son los que más cobran, o que el cuerpo técnico no se ha unido a los jugadores en la decisión adoptada por estos, algo que los jugadores han afirmado que es cierto.

Si la plantilla decide ir a la huelga, el equipo ilerdense perderá el partido podrá ser sancionado con entre 3000 y 15000 euros y se repite la situación perderán la categoría. Pase lo que pase afectará a la competición ya que en principio los resultados de Lleida quedarían anulados.

A pesar de todo lo que puedan decir los directivos de Lleida, los jugadores de Lleida han cumplido como profesionales que son, cumpliendo durante toda la temporada, luchando por entrar en unos playoffs que tienen al alcance de su mano y han sido pagados con el engaño por parte del club y si han cometido un error, ha sido confiar en un club surgido de la nada absoluta y con unos antecedentes en la ciudad que visto lo visto, han confirmado los peores augurios iniciales.

Aquí los únicos culpables son tres: el ex director deportivo Edu Torres, la directiva de Lleida y la Federación Española de Baloncesto presidida por Jose Luis Saez. La FEB ha sido primero la que dio validez a los contratos falsos presentados en FEB, y cuando se ha descubierto el pastel, no ha sido capaz de tomar una decisión con respecto a lo sucedido y ha echo la vista gorda.

Veremos que ocurre estos próximos días.