Quesos Cerrato Palencia 73 – CB Peñas Huesca 68

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Quesos Cerrato Palencia logró llevarse un más que valioso triunfo, una victoria que sabe a gloria, no solo por el sufrimiento de la segunda parte del partido, sino por los resultados que se han dado esta jornada, en la que Breogán ha caído derrotado ante el colista en tierras navarras.

Hoy es el día de los tópicos, el primero por la victoria, que vale exactamente igual que una holgada; el segundo, porque el partido vivido en dos partes, la primera claramente dominada por los palentinos que debieron sacar más ventaja incluso y tercero, la rueda de presa de Quim Costa, que por la previa, y los antecedentes de otros partidos, era esperada la reacción y puesta en escena.

Antes de comenzar el partido, la directiva de Quesos Cerrato Palencia, con Gonzalo Ibañez y Fernando Martínez Zulaica, Presidente y Vicepresidente de la entidad colegial, dieron un detalle a Urko Otegi que alcanbaza con este partido los 100 encuentros con el equipo palentino.

Comenzó el partido con una puesta en escena brillante de los palentinos. Un parcial de 9 a 0 iniciado con un gran mate de Guillermo Rejón que Lluis Costa cortó con canasta aunque tras nueva anotación de Rejón, auguraba un partido plácido, visto el juego de ambos equipos. Quim Costa veía el peligro y con medio cuarto por jugarse, pedía su primer tiempo muerto.

A pesar del parón, Palencia seguía encontrando con facilidad canasta, ya fuera por dentro o con la línea exterior, los palentinos iban incrementando su ventaja. Triple de Garrido, canasta de Abouo y Palencia se iba al final del cuarto con 20 a 10.

En el inicio del segundo cuarto se producía la primera reacción del equipo oscense; lograban situarse a 5 puntos tras dos tiros libres del ex de Palencia, Javi Múgica, pero a partir de ahí el equipo de Lezkano comenzaba a sumar.

A pesar de las defensas, digamos intensas de los oscenses, Palencia siempre encontraba puntos para anotar, explotando los despistes de los oscenses, y anotando desde saque de fondo y sin apenas segundos en esas jugadas que hemos visto en multitud de ocasiones, en las que algún jugador colegial, anota solo debajo de canasta. Bravo era uno de los que aprovechaban esas jugadas preparadas.

A faltas de algo menos de 4 minutos, Quesos Cerrato alcanzaba su máxima ventaja, 15 puntos, tras canasta de Fornas, pero a partir de ese momento comenzaba lentamente la decandencia en el juego palentino aunque al descanso aun se gozara de 11 puntos de ventaja, 40-29.

Esos primeros momentos de bajón seguían en el inicio del tercer cuarto. Un parcial de 0 a 5, que Abouo cortaba con canasta, comenzaba a poner nerviosos a los palentinos, que tras una brillante primera parte, comenzaban a perder balones incomprensibles y dar esperanzas a un equipo que habían tenido prácticamente noqueado.

Lezkano pedía tiempo muerto, hacía cambios, pero lo que había sido plácido durante los primeros 20 minutos, comenzaba a torcerse por unos nervios no justificados y una dura defensa de los visitantes sin castigo que poco a poco iba recortando hasta empatar a falta de menos de 4 minutos, 46 a 46.

Lezkano volvía a pedir tiempo muerto, y parecía tener algo de efecto, porque 5 puntos consecutivos de Feliu, parecían lleva algo de tranquilidad. Pero no, no iba a ser un partido tranquilo, los visitantes anotaban un parcial de 6 a 0 y se ponían a falta de 15 segundos por primera vez por delante en el partido, 51 a 52.

De nuevo Palencia se aprovechaba de, tal vez, falta de scouting de Huesca, porque volvía a anotar tras saque de banda, en esta ocasión Forcada tras asistencia de Rejón, y finalizaba el cuarto con esa canasta sobre la bocina, 53 a 52.

El cuarto definitivo se iniciaba con cautela por parte de ambos, intercambio de canastas que daban paso a los momentos más tensos de los palentinos que veían como Grigonis desde el triple y luego Oriola con otra canasta, daban la máxima ventaja a los de Quim Costa, 4 puntos, 55 a 59.

El parcial se había producido por varias pérdidas consecutivas de los palentinos, pases en los que todos los jugadores se mostraban con nervios, porque daba igual que se tratara del base en ese momento, que el alero que el pivot, todos estaban descentrados, un momento peligroso en el que se oyeron demasiados murmullos en la grada.

Pero los nervios seguirían durante unos minutos más; tras un dos más uno de Costa, la ventaja aumentaba hasta los 5 (59 a 64). A partir de ahí Palencia, sin controlar todavía los pases, lograba primero empatar y a falta de algo más de un minuto, dos tiros libres de Urko ponían a Palencia con dos de ventaja. Antes, la polémica se montaba tras una  canasta de Fornas que realizaba pasos, recibiendo primero una clarísima falta, y posteriormente, en la siguiente jugada, los colegiados señalaban unos claros pasos de Costa.

Durante el último minuto, los colegiales gestionaban bien los últimos segundos, buscando falta para impedir el tiro de tres de los visitantes. Mugica fallaba y luego Bravo anotaba un tiro libre. Los palentinos optaban por defender y dejaban que lanzara Múgica un triple librado (con Grigonis peligrosamente solo) y el partido finalizaba con dos tiros libres de Palencia, y una victoria importante de los palentinos que si no cambia la situación, seguirán segundos esta jornada tras la derrota de Breogán.

Palencia se complicó la vida en un partido que controló en la primera parte, para dejar en la segunda parte entrar en el partido a Huesca que se aprovechó del despiste generalizado de los palentinos.

Lo mejor: La victoria, pero también la capacidad de sufrimiento del equipo que a pesar de haberse metido el solito en el embrollo, supo sacar el partido adelante a base de mucha casta, y porque no, algo de suerte. Esta es una de esas victorias que hay que valorar, por el buen rival que tuvo enfrente, y por todos esos finales de partido que Palencia ha perdido en otras temporadas por no saber gestionarlos. Este año sí se sabe hacer.

En el plano individual, seguramente Miquel Feliu fue el jugador más completo del partido acompañado por una buena primera parte de Garrido.

Lo peor: El desconcertante inicio del tercer cuarto, incompresible tras la buena primera parte de los palentinos con tantas pérdidas de balón fruto de, tal vez nervios, que da sensación que el equipo se siente demasiado presionado cuando juega en casa. También destacamos la rueda de prensa de Quim Costa dentro de lo peor, por lo premeditada y por lo teatralizada. Primero sus declaraciones de antes del encuentro ya hacían pensar que podría haber una escusa sí perdían. Segundo, lo normal es que el equipo visitante suele hacer primero la rueda de prensa, pero dejó ese honor a Lezkano. Bueno. Después entró a la sala de prensa con aire teatralmente abatido (la experiencia de este hombre en todo tipo de situaciones es un grado), se sentó y pidiéndole un análisis del partido, dijo que no tenía muchas ganas de hablar, dijo algo de la buena primera parte de Palencia, la dureza defensiva y su buena segunda parte…. y se quedó callado. Finalmente llegó el momento que él esperaba, un periodista le preguntó sobre la actuación de los colegiados y a pesar de decir que no quería hablar de ellos, obviamente, como se esperaba, como ya hizo la pasada temporada, se explayó. Se puede estar de acuerdo con él, tal vez favorecieran a Palencia (no mucho más que a su equipo), pero no hace falta hacer perder el tiempo a todos cuando se veía nada más entrar que lo que quería hacer era rajar del arbitraje. Si quería protagonismo y quitar presión a los suyos, ahí ha tenido su momento de gloria. Mañana colgaremos la rueda de prensa.

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